Ya sabemos que la humedad de los materiales dentro de la compostera debe estar entre un 40% y un 60%, y que para alcanzar este rango debemos añadir suficientes materiales secantes. Ahora aprenderemos a estimar con solo ver, escuchar, oler y sentir la mezcla de compostaje si ésta tiene un porcentaje de humedad adecuado.

Una mezcla de compostaje con humedad adecuada debe tener una apariencia ligeramente húmeda, una textura suelta y un olor como a tierra mojada. Al abrir la compostera podrá percibir que el interior está caliente o incluso observará vapor escapando. Si gira la compostera deberá escuchar dónde el material cae y se mezcla.

Si la humedad es muy alta, la mezcla tendrá una apariencia apelotonada o aglomerada y una textura masuda. Al abrir la compostera percibirá y un olor como a podrido o descompuesto, y notará que la mezcla casi no genera calor. Al girar la compostera el olor a podrido será más fuerte y casi no escuchará sonidos porque los materiales están apelmazados o sonará muy fuerte cuando caen las grandes pelotas que se han formado. 

Aunque es mucho menos común, también debemos aprender a identificar cuando la mezcla tiene humedad muy baja, en estos casos tiene una apariencia seca, un olor como a cartón o aserrín, al abrir la compostera no notará nada de calor adicional y al girarla suena como una maraca dónde caen todas las partículas pequeñas .

Todos los consejos anteriores son excelentes indicios, pero la mejor forma de estimar si el contenido de humedad de la mezcla es adecuado, es mediante la prueba del puño. Esta prueba consiste en tomar un puñado del material que está dentro de la compostera, presionarlo moderadamente y observar lo que sucede.

La prueba del puño es la mejor forma de monitorear la húmedad de la mezcla de compostaje

Si al hacer la prueba del puño el resultado es que el material está muy húmedo, deberá solucionarlo añadiendo más materiales secantes para restablecer una proporción de humedad adecuada.

Otra técnica que ayuda a disminuir la humedad, es dejar los residuos escurriendo en un colador de pasta por un par de horas antes de añadirlos a la compostera. De esta forma botan el exceso de agua.

Si dejamos los residuos orgánicos escurriendo, estos botarán el exceso de agua.

El calor también influye en el contenido de humedad, ya que ayuda a que el agua se evapore y a que los microorganismos trabajen más eficientemente. Es común que durante los meses más calurosos del año, especialmente si su compostera recibe el sol, requiera agregar menos materiales secantes. Un buen consejo es en la medida de lo posible colocar su compostera dónde le dé el sol

Debemos proteger nuestra compostera de la lluvia y de las regaderas. Si a la compostera le entra el agua a través de los respiraderos, la humedad de la mezcla incrementa y perderíamos todo el esfuerzo realizado para mantener la mezcla dentro de un rango de humedad apropiado.

En resumen la humedad de la mezcla de compostaje debe mantenerse dentro de un 40% a un 60%. Existen varias formas de verificar si la humedad es la adecuada, pero la mejor es la prueba del puño. Si la humedad es muy alta debemos añadir más secantes, escurrir los residuos antes de añadirlos y procurar colocar la compostera dónde le dé el sol. pero no la lluvia.