Poco más de la mitad de los residuos que producimos en el hogar son orgánicos. En algunos casos, como las cáscaras de frutas y verduras es claro que se trata de residuos compostables. No obstante, existen una serie de residuos cuyo grado de compostabilidad no resulta evidente, o que son compostables siempre y cuando sigamos algunas recomendaciones.
Debemos empezar por aclarar que “compostable” no es una característica intrínseca de ningún material o residuo, sino que depende de dos factores externos: el ambiente y el tiempo.
Una cáscara de banano resulta compostable siempre y cuando se disponga en un ambiente que cuente con los 3 ingredientes necesarios para que ocurra el compostaje: oxígeno, agua y microorganismos. Esta cáscara no se compostará en un relleno sanitario porque las condiciones de compactación previenen la entrada de oxígeno.
La cáscara de banano se compostará, únicamente si se dispone en un ambiente con las condiciones adecuadas.
Un tronco de un árbol es compostable al igual que una cáscara de banano. La diferencia radica en que la cáscara de banano está hecha de compuestos que resultan fáciles de digerir para los microorganismos, y puede ser compostada en un par de semanas, mientras que la madera del tronco resulta difícil de digerir y tardará varios años en ser compostada.
Toda afirmación de compostabilidad debe ir acompañada del medio en que se depositan los residuos y el tiempo que tardarán en compostarse. Para efectos del presente blog el medio es una compostera giratoria tipo tómbola o bien una caja takakura, y el tiempo es de 30 a 45 días.
Vamos a clasificar los residuos en cuatro categorías:
Fácilmente compostables: todos los residuos que pueden ser compostados siguiendo cuidados básicos como cortarlos en trozos o escurrirlos, como por ejemplo: cascara de frutas y verduras.
Usualmente compostables: residuos que suelen ser compostables, pero para ello hay que tener en cuenta algunos cuidados adicionales, como por ejemplo alimentos en mal estado.
Compostables con paciencia (estructurantes): residuos que no son compostables en 30 a 45 días, sin embargo, es beneficioso añadirlos a la compostera, como por ejemplo: semillas de aguacate, mango, tusa de elote.
No compostables: residuos que pueden estar señalizados como compostables, sin embargo, no son compostables en composteras domésticas, por lo tanto lo recomendable es no añadirlos a la compostera, como por ejemplo los “bioplásticos”.
En esta categoría incluimos los restos de frutas, verduras y legumbres, como cáscaras, pulpas, hojas y tallos. También se puede compostar con facilidad todo tipo de papel opaco (sin brillo), por ejemplo servilletas, facturas, vouchers, papel periódico y papel bond, siempre y cuando lo rompamos manualmente en trozos pequeños.
Los restos de frutas y verduras son fácilmente compostables
En el caso de productos de papel más grueso como los cartones de huevo, los recipientes de comida de cartón, o el cartón corrugado, también pueden considerarse fácilmente compostables, solamente que es fundamental cortarlos en trozos muy pequeños (menos de 4 cm).
Es importante recordar que el papel y el cartón siempre y cuando esté limpio y seco también puede gestionarse adecuadamente separándolo para el reciclaje. Si está contaminado con grasa, restos de comida o humedad, la mejor forma de gestionarlo es mediante el compostaje.
Los residuos de jardinería como cortes de pasto u hojas también se pueden compostar fácilmente, pero se debe considerar que si se composta algún arvense (mala hierba) con todo y semillas, es probable que al utilizar su compost disperse estas semillas.
También se pueden incluir en esta categoría los restos de comida cocinada, siempre y cuando en estos restos no haya exceso de líquidos o aceites que pueden llegar a perjudicar el proceso.
La broza del café así como los filtros de café de papel pueden agregarse a la compostera, mientras que las bolsitas de té también, siempre y cuando les quitemos el cordel.
Existen algunos residuos que por la naturaleza de su contenido o por el desbalance temporal que generan en la comunidad de microorganismos de la compostera, pueden generar malos olores temporales, por lo tanto no es siempre viable añadirlos a la compostera o se debe hacer con mesura.
Este tipo de residuos incluye alimentos en mal estado, alimentos con mucha grasa, residuos de lácteos y cítricos. En estos casos pequeñas cantidades no generan problemas, pero si los añaden en grandes cantidades es probable que aparezcan malos olores , la cantidad permisible a añadir dependerá de factores como la sensibilidad a los malos olores y la cercanía de la compostera al hogar.
Para los cítricos se recomienda picarlos y dejarlos secar al sol, de esta manera se disminuye su acidez, así puede añadirlos a la compostera inclusive en cantidades grandes.
Los residuos de cítricos es recomendable dejarlos secar antes de añadirlos a la compostera.
Las carnes crudas son compostables, pero pueden atraer fauna poco deseada como por ejemplo moscas y roedores. Lo recomendable es añadirlos en pequeñas cantidades y si vive en un área con problemas de roedores mejor evitarlas.
Las heces de mascotas sí son compostables, si usa comprimidos de aserrín como arena de gato, puede añadirlos también a la compostera junto a las deposiciones de su felino. Cuando añadimos este tipo de residuos a la compostera habrán malos olores temporales.
Más allá de los malos olores, también pueden significar un riesgo para la salud, las heces de los animales contienen parásitos, bacterias y virus capaces de provocar enfermedades peligrosas para el ser humano. Estos patógenos pueden mantenerse vivos por varios meses, inclusive después del proceso de compostaje. por lo tanto, si decide compostar las heces de su mascota es fundamental que no manipule el compost con la manos, use herramientas o guantes, y lávese muy bien las manos al finalizar. No utilice el compost para abonar plantas comestibles de contacto directo, únicamente para plantas ornamentales.
En esta categoría incluímos residuos orgánicos que por su naturaleza son compostables, pero son tan fibrosos o ricos en minerales que tardan mucho tiempo en descomponerse. Esto no quiere decir que no los debemos añadir a la compostera, de hecho es recomendable añadirlos, ya que mejoran las propiedades de su producto final.
Las ramitas, paletas de helado, y semillas grandes como la de mango o aguacate son residuos compostables, pero por su dureza pueden tardar varios meses o inclusive años en compostarse completamente. Sin embargo resulta beneficioso agregar este tipo de residuos ya que le brindan estructura a la mezcla y evitan su compactación.
A la hora de cosechar el compost puede pasarlo por una zaranda o criba para separar estas piezas grandes y ya sea volverlas a incorporar al siguiente ciclo de compostaje o agregarlas a la base de una planta adulta, para que sirvan como cobertura y terminen de descomponerse.
En esta categoría se encuentran también las cáscaras de huevo y los huesos. Estos residuos son ricos en calcio -un nutriente fundamental para el desarrollo de las plantas- y cuando los agregamos a nuestro compost tienen el potencial de liberar este calcio al suelo lentamente a lo largo de varios meses o años. Algunos composteros optan por moler las cáscaras de huevo con el fin de acelerar este proceso.
Las cáscaras de huevo las puede moler y añadir a su compostera.
Las cuerdas o cordeles como las de las bolsitas de té o las de envolver el tamal no son compostables y más bien pueden enredarse en el eje de la compostera y provocar daños.
Los cartones y papeles encerados, como por ejemplo las tazas de café para llevar, las bolsas de repostería que tienen una cubierta lisa o brillante o los papeles de regalo o de revista, no son compostables porque suelen tener una cubierta impermeable hecha de plástico.
Los productos de papel o cartón recubiertos con películas impermeables, no son compostables.
Los bioplásticos o empaques etiquetados como compostables, no se pueden añadir a las composteras domésticas. Este tipo de residuos o no son del todo compostables, o lo son en condiciones industriales donde se alcanzan mayores temperaturas. Además los bioplásticos no son capaces de biodegradarse en el tiempo que lo requiere la compostera doméstica.
Aserrín de madera tratada con productos químicos como, pinturas, barnices, sellantes o protectores, debido a que estas sustancias son perjudiciales para los microorganismos que llevan a cabo el compostaje, lo mismo ocurre si añadimos residuos de jardín que han sido tratados con herbicidas o pesticidas.
Residuos del jardín provenientes de plantas enfermas o de plantas tratadas con algún herbicida o pesticida. En el primer caso al intenetar compostar plantas enfermas, existe la posibilidad de que el patógeno que ocasionó la enfermedad se mantenga viable inclusive después de llevar a cabo el proceso de compostaje, por lo que corremos el riesgo que al usar nuestro abono dispersemos la enfermedad. En el segundo caso los agroquímicos eliminarán a los microorganismos encargados de llevar a cabo el proceso de compostaje.