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¿Cómo manejar la humedad dentro de la compostera? parte 1

Aprenda sobre la importancia que tiene manejar la humedad en el compostaje.

Los microorganismos que llevan a cabo el proceso de compostaje necesitan de agua para sobrevivir, prosperar y por supuesto, convertir nuestros residuos orgánicos en abono.

Debemos mantener la humedad del material dentro de la compostera dentro de un rango adecuado. Si el material está muy seco, los microorganismos no pueden continuar trabajando y la fabricación de compost se detiene. 

Por el contrario, si está muy húmedo, las cámaras y pasadizos que se forman entre los residuos orgánicos se inundan, la mezcla de compostaje se apelota y los residuos se compactan. En estas condiciones el oxígeno ya no puede entrar a la mezcla de compostaje.

Cuando la humedad es muy alta los microorganismos eficientes morirán y serán reemplazados por otros tipos de microorganismos que no necesitan oxígeno para sobrevivir. Estos microorganismos están asociados a malos olores y son menos eficientes, por lo que debemos evitarlos a toda costa.

La humedad recomendada para el material dentro de la compostera es del 40% al 60%. En este rango los microorganismos eficientes tendrán suficiente agua para sobrevivir, y no corremos el riesgo de inundar su hogar ni de desplazarlos.

La mayoría de los residuos orgánicos tienen mucha agua, por ejemplo, una lechuga es 96% agua, mientras que una zanahoria es 86% agua. Si solamente agregamos este tipo de residuos a la compostera tendríamos una mezcla demasiado húmeda.

Es necesario agregar materiales secos que actúan como una esponja y absorben el exceso de agua. A este tipo de materiales se les denomina secantes y algunos ejemplos son los comprimidos de aserrín, el papel, el cartón y las hojas secas.

Función de los pellets durante el compostaje