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Carbono y nitrógeno o cafés y verdes: El balance adecuado para el compostaje. Parte 2.

Aprenda sobre la proporción adecuada de carbono y nitrógeno durante el compostaje.

Continuando con el ejemplo de la panadería Pan Caliente del blog anterior. Resulta que doña Claudia y don Agustín se dan cuenta de que cuando no compran el gas y la harina en la proporción correcta pierden, puesto que deben detener la producción o desechar la masa excedente.

Entonces se dan a la tarea de determinar cuánta harina y cuánto gas se necesita para producir pan. Tras hacer unos cálculos se dan cuenta que con un sifón de gas, pueden procesar 15 kilos de harina. Desde entonces siempre hacen sus órdenes siguiendo ésta proporción y nunca más tuvieron que retrasar la producción o desechar el excedente de harina.

Un cálculo similar tuvieron que hacer los científicos que estudian el compostaje para determinar la proporción adecuada de carbono y nitrógeno que necesitan los microorganismos para hacer compostaje eficientemente. Es decir sin desperdicios y sin que se detenga la producción.

Estos científicos se dieron cuenta que el compostaje se elabora de manera eficiente cuando hay entre 25 y 35 partes de carbono por cada parte de nitrógeno. La proporción ideal de Carbono:Nitrógeno (C:N) es de 30:1.

El balance ideal en el compostaje es 30 partes de carbono por cada parte de nitrógeno.

Sería muy sencillo agregar la proporción correcta si los residuos que añadimos a la compostera tuvieran únicamente carbono o únicamente  nitrógeno.  Pero todos los residuos orgánicos que agregamos a la compostera tienen tanto carbono como nitrógeno, y lo tienen en proporciones distintas. El cuadro 1, muestra de manera ordenada la proporción aproximada de C:N de varios residuos orgánicos comunes.

A los residuos con una proporción C:N alta, como por ejemplo: los pellets de aserrín, el cartón o las hojas secas, se les llaman “Cafés”. Mientras que a los residuos con una proporción C:N baja, se les denomina “Verdes''.

Como en casa no es práctico pesar los residuos que agregamos a la compostera y luego calcular la proporción C:N para así verificar que nos encontramos dentro del rango recomendado, lo que hacemos es utilizar una serie de trucos sencillos.

El primer truco es agregar cantidades iguales por peso de residuos verdes y cafés, por ejemplo si agrega medio kilo de residuos verdes como vegetales, broza del café y residuos de comida, deberá agregar medio kilo de residuos cafés, como los comprimidos de aserrín. 

Los pellets de aserrín se consideran residuos cafés, mientras que los residuos de jardinería se consideran verdes.

Generalmente si añade a la compostera la cantidad recomendada de comprimidos de aserrín cada vez que añade residuos, es probable que su compostera tenga una proporción C:N adecuada, por lo que no deberá preocuparse.

El segundo truco es identificar los síntomas de una relación C:N alta o baja, para así poder corregir cuanto antes. 

Una relación C:N alta significa que hay mucho carbono (energía) y no suficiente nitrógeno (materia prima). Como los microorganismos no tienen suficiente materia prima, para seguir multiplicándose y produciendo compost, entonces estos comienzan a trabajar lentamente o dejan de trabajar. Esto es notable porque su compostera dejará de generar calor y los residuos tardarán demasiado tiempo en convertirse en compost. La solución es añadir residuos verdes ricos en nitrógeno para restablecer la proporción, como por ejemplo recortes de jardinería, malezas, hojas, o restos de verduras.

Por otra parte, una relación C:N baja significa que hay mucho nitrógeno (materia prima), pero que las bacterias no tienen suficiente energía (carbono) para procesarlo. El resultado es que los microorganismos comienzan a desechar el exceso de nitrógeno en forma de gas amoniaco, que huele como a corral o a gallinero y que otros organismos como moscas o gusanos invaden la compostera en busca de aprovechar el nitrógeno excedente. 

Si al abrir su compostera puede percibir malos olores u observar bichos como moscas o gusanos, es señal de que debe añadir fuentes de energía (carbono), es decir residuos cafés a su compostera. Para corregir en el corto plazo añada residuos ricos en energía como restos de frutos, melaza o inclusive azúcar para “despertar” a los microorganismos. En el largo plazo debe de añadir más materiales cafés como comprimidos de aserrín, papel o cartón para así no volver a tener este problema.

Así como doña Claudia y don Agustín hacen sus órdenes de gas y harina buscando una proporción adecuada para así optimizar sus procesos. Nosotros agregaremos residuos a nuestra compostera pensando siempre en proveer un balance adecuado de carbono y nitrógeno.

Con solo añadir partes iguales de cafés y verdes, y  saber identificar rápidamente cuando la proporción C:N es alta o baja y cómo corregirla, podemos darle un adecuado balance de carbono y nitrógeno a los microorganismos que trabajan en nuestra compostera.